Detalle de mantilla, encaje de blonda

La blonda, procedente de Cataluña, fue divulgada en España por personas procedentes de esa región que se establecieron en La Mancha, creando una artesanía próspera que influyó a su vez en Castilla y León. Este encaje estaba destinado a la realización de mantillas que, lucidas en los actos religiosos o en las tardes de toros.


La mayoría de las mantillas encontradas en Castilla y León responden a las características de las blondas llena y de castañuela.


La blonda se realiza con dos tipos de seda: la granadina o torcida, y la floja, esta última para llenar los motivos decorativos, a su vez contorneados por un torzal de seda.
Hay varios clases de blonda: llena, castañuela, de dos tonos, ligera, de espuma, de reja, de matiz y polícroma.